Peeling químico

¿Qué es?

Término procedente del inglés que significa pelar. Un peeling es una exfoliación de la piel por medio de la aplicación de un producto químico.

¿En qué consiste?

Destrucción de las capas más superficiales de la piel esperando una regeneración de nuevo tejido epidérmico o dérmico. Según la profundidad de actuación y dependiendo del químico empleado, del tiempo de exposición o del número de capas aplicadas, puede ser:

    • Superficial
    • Medio
    • Profundo

Tipos de ácidos

  • Glicólico
  • Láctico
  • Mandélico
  • Salicílico
  • Retinótico
  • Tricloroacético
  • Fenol

¿Para qué sirve?

    1. Renovación de la piel retrasando el proceso de envejecimiento, a la vez que da al rostro un brillo y textura naturales.
    2. Eliminación o atenuación de arrugas.
    3. Eliminación o atenuación de manchas.
    4. Eliminación o atenuación de cicatrices secuelas de acné u otras patologías.
    5. Mejoría del exceso de grasa (seborrea) y poros dilatados
    6. Corrección de asperezas de la piel.
    7. Mejoría de la flacidez.

Método

El tratamiento apenas dura unos minutos y el paciente se puede reincorporar de forma inmediata a su vida normal.
Aplicación del químico mediante una torunda en las zonas a tratar. Se deja que actúe y se repite tantas veces como sea necesario. La sensación es de calor moderado perfectamente soportable.
Se neutraliza mediante una crema, desapareciendo automáticamente la sensación desagradable.
Se abandona la consulta con la piel eritematosa, esto es ligeramente coloreada (como tras una exposición solar inadecuada). Al cabo de uno o dos días comienza el oscurecimiento y descamación de la piel. Por supuesto que será mucho más evidente dependiendo de la profundidad de actuación.
Durante unos días habrá que aplicar una crema hidratante y fotoprotectores adecuados.

¿Cuántas sesiones?

Dependiendo de cada caso se pueden plantear uno o varios peelings seguidos, dejando un intervalo no inferior a dos semanas entre ellos.

Es recomendable realizar un peeling al año a la vuelta del verano, cuando la exposición solar ya es menor.