Hablamos de depilación permanente y no de depilación definitiva porque aunque consiguiéramos resultados extraordinarios, siempre quedan bulbos pilosos «latentes» que pueden despertar en cualquier momento de la vida ya sea por el paso del tiempo, cambios hormonales, enfermedades u otros factores.
Este término proviene del inglés: Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation, que significa: Amplificación de Luz por Emisión Estimulada de Radiación.
Se trata de la emisión de luz pura, de un solo color, en la que todos los fotones que la integran viajan a la misma longitud de onda y que se desplaza en línea recta. Es una luz que es absorbida con mayor precisión por el color oscuro.
Existen diferentes tipos de láser utilizados en depilación, dependiendo principalmente de la longitud de onda:
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- Láser rubí (694 nm)
- Láser alejandrita (775 nm)
- LASER DIODO (800 nm)
- Láser neodimio-Yag (1064 nm)
- Luz pulsada intensa (590-1200 nm)
mayor longitud de onda presentan una menor absorción por la melanina. Esto quiere decir que se pueden tratar fototipos más oscuros con menor riesgo de quemaduras. No obstante es imprescindible un sistema de refrigeración como seguridad.
Nosotros optamos por el LÁSER DIODO (MULTIDIODE SLPTM) cuya longitud de onda es de 800 nm, el spot es de unos 10 mm de diámetro y además permite una variación de la longitud del pulso. Podemos tratar hasta fototipos V (pieles más oscuras) con riesgo mínimo de lesionar la epidermis. Lleva un sistema de refrigeración incorporado.
Nuestro objetivo es destruir el folículo piloso sin afectar a otras estructuras cercanas. Esto se consigue mediante una fototermolisis selectiva, es decir, eliminación exclusiva del vello mediante una luz que destruye por calentamiento del folículo piloso.
La luz se desplaza a través del mismo vello, por eso durante el tratamiento no se debe emplear la epilación (extracción del vello arrancándolo mediante cera, películas adhesivas, pinzas, maquinillas eléctricas para epilación…)
Antes de cada sesión y después de marcar los límites de la zona a tratar con lápiz blanco, se rasura totalmente la zona. Con esto evitamos posibles quemaduras de la piel por contacto con el vello y el desagradable olor a “piel quemada”
Una vez terminada se aplica gel de aloe vera par hidratar bien la zona.
Durante todo el tratamiento se mantiene una vida completamente normal, simplemente evitando tomar el sol en exceso.
Prácticamente se puede tratar todo el cuerpo donde nazca vello. Obtenemos peores resultados en aquellas zonas donde hay una dependencia hormonal como puede ser el rostro.
Recomendamos:
Axilas
Ingles
Muslos y piernas
Brazos
Glúteos
Espalda
Pecho
Abdomen
¿Quién se lo puede hacer?
Cuanto más oscuro y grueso sea el vello mejor serán los resultados. Los fototipos más bajos, que se corresponden con pieles más claras son los más indicados para correr menos riesgos de quemaduras. No se recomienda la exposición al sol o a los rayos UVA para no oscurecer la zona a tratar. Por tanto los mejores candidatos son aquellas personas de piel muy blanca y con vello muy grueso y negro.
El láser no funciona en las canas ni personas con vello rubio y fino. En la población de raza negra está completamente contraindicado.
El número de sesiones y el tiempo entre ellas dependerá de la respuesta de cada paciente Lo normal es que en 5 sesiones ya se hayan obtenido los resultados deseados, por eso a partir de la 5ª sesión hablamos ya de retoques. El tiempo entre cada sesión también va a depender de los resultados, pero nunca se hacen antes de 6 u 8 semanas.
Ya desde el 2º día se puede apreciar como comienza a aparecer un vello mucho más grueso y negro, que corresponde a la porción que habíamos mantenido tras rasurar y que nos sirvió como conductor para alcanzar el folículo, por lo que está “carbonizado”. Éste se caerá por si sólo en unos pocos días.
Existen numerosos condicionantes:
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- Color del vello
- Color de la piel
- Grosor del vello
- Densidad de vello
- Profundidad del folículo
- Edad
- Sexo
- Condicionantes hormonales
Realmente se puede aplicar a lo largo de todo el año. Al contrario de lo que piensa mucha gente, se puede aplicar incluso durante el verano dependiendo de las zonas y su exposición al sol. Es peor cuando volvemos morenos después de disfrutar del descanso estival.
Zonas como ingles y axilas, con resultados francamente buenos, presentan una exposición mínima al sol por lo que se pueden tratar durante todo el año sin problemas.
La 1ª sesión siempre se aplica sin anestesia para evitar riesgos de quemaduras. Se controla la intensidad dependiendo de la sensibilidad de cada paciente. En las siguientes, si es necesario se puede aplicar crema anestésica, que nos permitirá hacer la sesión más confortable y aumentar la intensidad mejorando la efectividad del tratamiento.